- El escritor antioqueño, premio Alfaguara en 2014, llevó en sus manos la edición especial de los 25 años del lanzamiento de la obra literaria, Rosario Tijeras.
- Las mujeres privadas de la libertad, algunas de ellas que ya han leído sus libros, le preguntaron sobre los personajes, la imaginación y las claves para escribir.
- La lección de escritura se hizo en la biblioteca, un lugar acogedor y lleno de magia, que hasta hace unos meses estaba prácticamente en ruinas.
Bogotá D.C., 23 octubre de 2024. Llegaron de la mano. Él nunca había pisado esa penitenciaría. Ella sí. Jorge Franco, cejas pobladas, acento antioqueño, con un asomo de timidez y 'padre' de Rosario Tijeras, quien cumplió 25 años, se sentó frente a más de 40 mujeres privadas de la libertad de la cárcel El Buen Pastor y les comenzó a contar de sus libros, de los personajes, los miedos, certezas y de lo que implica llegar a escribir sobre una hoja en blanco -o a una pantalla-. Y luego puso la edición conmemorativa de Rosario sobre la mesa.
Les habló de los impulsos, de ese querer romper –o borrar- lo escrito y empezar. Risas. Pero no, no. Eso no. Hay que respirar, revisar, meditar, y luego continuar.
“Escribir es un proceso lento, de avanzar y volver, avanzar y seguir, de corrección, de leer y releer", les repite en varias frases el autor. No hay una fórmula mágica.
Mónica, Sandra, Yubelis, Dennis y Sharon, algunas bibliotecarias y otras lectoras privadas de la libertad, fueron de las primeras en levantar la mano y preguntar sobre la creación de los libros e historias, aprovechando la ocasión de encontrarse directamente con el autor al que han leído al interior de la reclusión. Mientras tanto atrás, un joven, auxiliar del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), también prestaba atención a lo que decía el invitado.
Para poder interactuar, se hizo un ejercicio simbólico llamado 'El tótem de la palabra', un micrófono inalámbrico con el que las mujeres tuvieron la posibilidad de preguntar y él de responder, con la moderación de la coordinadora de la biblioteca, Angie Buitrago de BibloRed y el acompañamiento de los funcionarios del Plan de Cultura para la Libertad del Viceministerio de Política Criminal y Justicia Restaurativa, entre ellos Sebastián Sora.
Mónica relató que está escribiendo un libro, que lleva 147 páginas, que allí habla de su vida, de lo espiritual y de sus vivencias en la cárcel. Y contó que la profesora de filosofía, Carolina Giraldo, quien también estuvo presente en el evento, la ha leído, retroalimentado y apoyado en este proceso.
“Usted con sus palabras nos inspira", le dijo Mónica a Jorge Franco.
Él les confesó que su cómplice para escribir es el silencio, el absoluto silencio. Pero a renglón seguido, les dio dos claves para escribir: la lectura y la disciplina. Sin duda.
Yubelis, quien se formó como bibliotecaria mientras redime su condena, y tiene la posibilidad de contar con el refugio de libros, de historias, de plantas, de compañeras, preguntó:
-Y Paraíso Travel, ¿es real o no?
Y este escritor de ficción, ganador del Premio Alfaguara de Novela en 2014, de tez blanca, visiblemente emocionado por tener a estas mujeres al frente, disfónico por las conferencias que por estos días ha ofrecido con su nuevo libro, “El vacío en el que flotas", les respondió, una a una, las preguntas.
Mientras, atrás, el auxiliar del INPEC, John, movía la cabeza de un lado a otro, tratando de esquivar a los asistentes y buscar las palabras del escritor y también queriendo escuchar las preguntas de las participantes. Estaba tan entusiasmado como ellas.
La lección de escritura se llevó a cabo en una mañana soleada, en un lugar especial y acogedor como lo es hoy la Biblioteca Cárcel El Buen Pastor (Bogotá), un espacio rodeado de un sendero de flores que ellas mismas, hace poco, sembraron con sus manos en el marco de la Huerta Bibliotecaria Sembrando la Libertad. En un par de semanas van a sembrar las plantas aromáticas y medicinales que les ha permitido volver a pensar en el cuidado de la vida. Y pensar que esta biblioteca estaba prácticamente en ruinas, pero hoy es un símbolo de transformación, de socialización, de esperanza y de cuidado.
Fue un espacio de encuentro, de comprender que, al leer poesía, novela, ensayo, historia, “o lo que les guste", la cabeza vuela, les dice el autor. Es entender que cuando se escribe, la mayoría de las veces no se sabe ni para dónde va. En todo caso cuando que cuando se lee, cuando se escribe, no hay barreras, solo hay imaginación.
De este modo, el autor les compartió a las mujeres varias herramientas para tener en cuenta al momento de escribir: ser lector asiduo, reescribir la novela al finalizarla, pensar en los personajes y sus arcos narrativos.
El encuentro finalizó con la pregunta que Marlon Trujillo, funcionario de BibloRed, sobre la importancia de una biblioteca en un espacio de privación de la libertad. Con tono pausado, Franco respondió que a él los espacios bibliotecarios le acompañan desde niño, que en la biblioteca está la historia de la humanidad: el amor, el odio, los celos, la imaginación. La biblioteca es como un refugio, que, como le preguntó una de las mujeres privadas de la libertad, hubiera cambiado el curso de la misma Rosario Tijeras, de haberlo encontrado.
En la agenda del mes de la biblioteca está Laura Restrepo, autora de Delirio. Recibió, entre otros, los premios Alfaguara en 2004 y el Grinzane Cavour en 2006. Y desde ya la están esperando.
Todo esto es posible gracias al Plan de Cultura para la Libertad, que continúa articulando a diversas organizaciones e instituciones, librerías y artistas para propiciar espacios con un sentido humanizante, donde la danza, el teatro, la pintura, la música y múltiples expresiones artísticas buscan dignificar a la población privada de libertad.
El próximo sábado 26 de octubre en la librería Cooltivo, ubicada en la calle 64 No. 7 - 45, en Chapinero (Bogotá), se recibirán libros nuevos o en buen estado como parte de la donación para las bibliotecas en contextos de privación de la libertad, con los que se espera complementar las colecciones bibliográficas de las bibliotecas.
Este día habrá un conversatorio con bibliotecarias y lectoras pospenadas que acompañarán la jornada cultural entre tangos y literatura, talleres y experiencias literarias como parte del trabajo que realiza el Ministerio de Justicia y del Derecho con BibloRed, Cooltivo Libros y el grupo Editorial Penguin Random House.