“Cada vez que dos personas se ponen de acuerdo, yo siento que estoy poniendo mi granito de arena”
En el 2015, Carmen Lucia Orozco recibió la propuesta de convertirse en conciliadora. Hacía parte de la junta de acción comunal de su territorio y fue una de las doce personas elegidas para hacer parte de la capacitación. Aunque iniciaron doce, Carmen fue la única que terminó el proceso. Su motivación era prestar un servicio a la comunidad. Llevaba cinco años involucrada en los procesos comunitarios y la conciliación se convirtió en otra posibilidad de seguir trabajando por su comunidad. Seis años después, Carmen sigue siendo una conciliadora en equidad en Caucasia, Bajo Cauca; lo que la motiva es poder construir paz, “cada vez que dos personas se ponen de acuerdo, yo siento que estoy poniendo mi granito de arena”.
Para Carmen las mujeres son conciliadoras innatas. Se convierten en mediadoras y promotoras de la paz desde ese territorio que es el hogar, es por eso que considera que las mujeres son las más capacitadas para la conciliación. “Aunque no tengamos el título de conciliadoras, a diario usamos la conciliación para resolver conflictos. Las mujeres tienen que ser conciliadoras en todos los aspectos de la vida”. Sin embargo, la labor de conciliadora en equidad implica dedicación y esfuerzo, no se trata de obtener un título o un reconocimiento sino comprometerse a escuchar y proponer soluciones para que los involucrados salgan del conflicto. Se trata también de fortaleza pues los conflictos pueden llegar a desestabilizar a la conciliadora: “hay que saber hasta donde se puede llegar como conciliador y como personal”.
A pesar de lo difícil que pueda ser, para Carmen la conciliación está llena de pequeños momentos que llenan de regocijo: cuando las partes llegan a un acuerdo, cuando es posible ver su cara de felicidad y escuchar la sinceridad con la que se comprometen a cumplir los acuerdos. “Hay un buen futuro porque muchas personas tienen ganas de generar paz, de buscar mecanismos para que disminuya la conflictividad del territorio”. Pero para ello Carmen cree que es necesario proteger la figura de conciliador en equidad, es necesario que las conciliadoras se sientan apoyadas y reconocidas por medio de nuevas oportunidades para seguir formándose.